sobre o puerpério: ” É preciso que as mães enlouqueçam um pouco, e para isso elas precisam de apoio daqueles que as amam, que lhes permitam abandonar sem risco o mundo racional, as decisões lógicas, o intelecto, as idéias, a atividade, os horários, as obrigações. É indispensável submergir nas águas do oceano do recém-nascido, aceitar as sensações oníricas e abandonar o mundo material”
sobre amamentação: “Dar de mamar é estarmos soltas, poderosas, famintas, como lobas, leoas, tigresas, cangurus ou gatas. Muito semelhante as mamíferas de outras espécies em total apego pelas crias, ignorando o resto da comunidade, mas atentas, milimetricamente, às necessidades do recém-nascido. Extasiada diante do milagre, tentando reconhecer que fomos nós mesmas que o tornamos possível, e nos reencontrando com o que é sublime. É uma experiência mística se nos permitimos que assim seja. Isto é tudo de que se necessita para poder amamentar um filho. Nem métodos, nem horários, nem conselhos, nem relógios, nem cursos. Apenas apoio, proteção e confiança em ser você mesma mais do que nunca. [...] As mulheres que desejam amamentar têm o desafio de não se distanciar de forma desmedida de seus instintos selvagens. Costumam raciocinar, ler livros de puericultura, e assim, entre tantos conselhos supostamente ‘profissionais’, acabam perdendo o eixo.”
“La paternidad y la maternidad hoy se contradicen con las actividades visibles, sobre todo para las mujeres. Las mujeres SOMOS VISIBLES EN EL ÁMBITO EXTERNO (en el trabajo, en la profesión, en el deporte, en la política, en los ámbitos sociales, …), y cuando devenimos madres ingresamos en un lugar totalmente invisible”
“LA MATERNIDAD COMUNITARIAMENTE NO TIENE NINGÚN PRESTIGIO y por tanto la invisibilidad de la maternidad hace que las mujeres dejemos esos espacios y tratemos de desplegar, como es lógico, un lugar donde sentimos que existimos”
“El hogar es el lugar que hemos ido dejando las mujeres justamente porque alimentar, preparar comida, servir un alimento sano, permanecer juntos y comer, pasó del ámbito de los actos invisibles y la mujer hoy en día no es reconocida por ese trabajo. Son espacios que estamos dejando de ocupar en perjuicio de los niños”
“El desafío de las próximas generaciones de mujeres es ver qué podemos hacer para integrar los espacios de mujeres que el feminismo en las últimas generaciones hemos conquistado (estudiar, trabajar, actuar en política, …). Pero el problema es que en esta conquista hemos perdido otra parte que es muy femenina, es muy nuestra y también es muy poderosa. Lo que pasa es que hemos relacionado la maternidad con un lugar de sometimiento y LA MATERNIDAD NO DEBERÍA SER UN LUGAR DE SOMETIMIENTO Y REPRESIÓN y yo creo que va a ser el desafío de las próximas generaciones ver cómo integramos los 2 aspectos” (GRANDE)Laura Gutman
Un día cualquiera aparece un maestro, un libro, un amigo o un pensamiento que cambia el curso de nuestras arraigadas creencias. Dentro de ese viraje personal, lo que hemos hecho con nuestros hijos ya no nos gusta. Hoy no haríamos lo mismo. Nosotros hemos cambiado. Pero lo que no podemos cambiar es el pasado.
Pues bien, llegó el momento de reconocer que ya no nos cabe en nuestro ser interior una modalidad antigua, basada en el prejuicio o el miedo. Tal vez hemos sido demasiado exigentes con nuestros niños, creyendo que hacíamos lo correcto pero alejados de nuestros sentimientos amorosos. Quizás los hemos maltratado sutilmente. Les hemos mentido y hoy son poco confiados. Hemos menospreciado sus sentimientos. Hemos exigido obediencia y nos han respondido con rebeldía. Hemos hecho oídos sordos a sus reclamos y ahora ellos no nos escuchan a nosotros.
Han pasado los años y querríamos rebobinar la vida como una película para hacer las cosas de otro modo. Pues bien, hay algo que sí es posible hacer hoy: darnos cuenta. Luego, hablar sobre ello con nuestros hijos. Incluso si tienen dos años. O cinco. O catorce. O veintiséis. O cuarenta. O sesenta años. Poco importa. Nunca es tarde. Siempre es el momento adecuado cuando humildemente generamos un acercamiento afectivo para hablar de algún descubrimiento personal, de un anhelo, de un deseo o de nuevas intensiones. Para un niño pequeño es alentador escuchar a su madre o a su padre pedirle disculpas, comprometiéndose a ofrecer mayor cuidado y atención. Para un adolescente, es una extraordinaria oportunidad, hablar con alguno de sus padres en una intimidad respetuosa nunca antes establecida entre ellos. Para un hijo o hija adultos, es una puerta abierta para formularse preguntas personales. Para un hijo maduro, es tiempo de confort y de profunda comprensión de los ciclos vitales.
Cualquier instante puede ser la ocasión perfecta para compartir el cambio que uno ha decidido asumir. No hay lección más virtuosa que compartir con los hijos el “darse cuenta” y la intención, la firme intención de devenir cada día mejores personas. Definitivamente, para un hijo es extraordinario encontrarse con la sencilla y blanda humanidad de los padres que buscan su destino, cada día.
Laura? Gutman dá as chaves fundamentais para compreender o que se passa hoje em dia com a maternidade... é lúcida e esplêndida. A sua obra é... magnifica, tenho pena que nao esteja traduzida para português. Espreitem o site http://www.lauragutman.com.ar/